Existen siete principios esenciales que
como empresario debe practicar a lo largo de su vida si es que desea
lograr el mayor éxito posible.
1. Claridad. Debe tener absolutamente claro quién es
y qué se propone. Necesita objetivos y planes claros y puestos por escrito
para cada parte de su vida.
Comience por sus valores ¿En qué cree y
qué defiende? ¿Qué es lo más importante para usted en la vida? ¿Qué es lo que realmente le
importa? ¿Cuál es su visión sobre sí mismo y su futuro? ¿Cuál, para su
familia y sus finanzas? ¿Para su carrera y su compañía? ¿Cómo concibe
la misión de su empresa? ¿Qué es lo que desea lograr para sus clientes? ¿Qué
quiere hacer para mejorar las vidas y el trabajo de las personas a quienes
intenta servir con sus productos o servicios? ¿Cuál es el propósito de su
vida y de su empresa? ¿Por qué se levanta por la mañana? ¿Cuál es su razón
de ser? Y he aquí una importante pregunta: ¿Qué es lo que realmente desea
hacer con su vida? Por último, ¿cuáles son sus metas? ¿Qué es lo que desea
lograr en su vida financiera? ¿Cuáles son sus objetivos en cuanto a su
familia? ¿Yen cuanto a su salud? ¿Qué diferencia desea hacer en las vidas
de otros? Y la mejor de todas: Si supiera que no podría fracasar ¿qué se
atrevería a soñar?
Mientras más claras tenga usted las
respuestas sobre estas cuestiones valores, visión, misión, propósito y metas
mayores serán las probabilidades de que hará algo maravilloso con su
vida.
2. Competencia. Para ser verdaderamente exitoso y feliz,
usted debe ser muy bueno en lo que hace. Tiene que decidirse a formar
parte del 10% élite de su campo. Tiene que fijarse como meta principal un
rendimiento excelente de su labor empresarial, y luego dedicar todas sus
energías a hacer un trabajo de alta calidad y a ofrecer productos y
servicios de buena calidad.
Primero, debe ser algo por lo que usted
se apasione, algo en lo que realmente crea y que le guste hacer. Segundo,
debe ser un área en la que usted posea el potencial para llegar a ser el
mejor; mejor que el 90% de los otros en ese campo. y tercero, debe
producir un producto o servicio que le deje ganancias y que le permita
lograr todas sus metas financieras.
3. Restricciones. Entre el punto donde usted se encuentra
y su meta, sea ésta cual fuere, siempre habrá una restricción o factor
limitante. Su capacidad para identificar el factor principal que determina
el ritmo al cual usted alcanza sus metas empresariales resulta esencial
para su éxito.
La regla 80/20 se aplica a las
restricciones en su campo empresarial. Cerca de un 80% de las razones por
las cuales no esté logrando sus metas tan rápidamente como lo desea se
deben a usted mismo. Sólo un 20% puede atribuirse a circunstancias o
personas externas. ¿Cuáles son sus restricciones? ¿Qué es lo que le está
frenando? ¿Qué es lo que determina el ritmo al cual usted cumple sus
metas? ¿Y qué podría hacer inmediatamente para empezar a aliviar su
principal restricción? Esta suele ser la clave de un rápido progreso.
4. Creatividad. La esencia de una empresa exitosa es la
innovación. Esto es, la habilidad para hallar formas más rápidas, mejores,
más baratas y más fáciles de producir y entregar sus productos y servicios
a sus clientes. Por suerte, en casi todos los seres humanos existe un
"genio en potencia". Usted tiene más inteligencia y capacidad de las
que podría usar. Su misión es liberar esa creatividad y concentrarla, como
un rayo láser, en quitar los obstáculos, resolver sus problemas y
alcanzar sus metas.
La esencia de la creatividad radica en
su capacidad para resolver los inevitables problemas y dificultades de la
vida empresarial. El empresario de éxito se concentra en la solución, no
en el problema. Enfóquese en lo que se debe hacer, no en lo que ha
sucedido ni en quién tiene la culpa. Concentre toda su atención mental en
hallar una solución a cualquier obstáculo que le esté impidiendo lograr
las ventas y el nivel de rentabilidad que desea para levantar su propio
negocio de éxito. Y mientras más piense en las soluciones, más soluciones
se le ocurrirán.
5. Concentración. Su capacidad para concentrarse sin
distracciones en una sola tarea, la más importante y mantenerse enfocado
en ella hasta que la haya terminado, es un requisito esencial del éxito.
No es posible triunfar sin la capacidad de practicar una concentración
sostenida en torno a una única meta o tarea, en una sola dirección.
La manera más sencilla de aprender a
concentrarse es confeccionar una lista para cada día antes de comenzar su
jornada. Luego, organice sus elementos por orden de prioridades,
marcándolos con los dígitos del uno al 10. Una vez que haya determinado
cuál es su tarea más importante, comience de inmediato a trabajar en ella,
y luego disciplínese para continuar laborando hasta que esa primera tarea
esté ciento por ciento completa.
6. Valentía. "La
valentía es debidamente considerada la más excelsa de las virtudes, pues
todas las demás dependen de ella"
Los riesgos empresariales son
indispensables para llegar a ser rico y demanda
una tremenda valentía. Los expertos han concluido que lo que hace la
diferencia es tener el valor de dar el primer paso, el valor de lanzarse
en pos de sus metas, sin garantía alguna de éxito.
La mayoría de las personas carecen de
este valor, hay una segunda parte de la valentía, una vez que usted ha
comenzado su viaje empresarial, y es el valor de persistir.
Necesita primero, valor para empezar,
para salir de su zona de comodidad en dirección a sus metas y sueños, aun
sabiendo que a lo largo del camino experimentará múltiples problemas,
dificultades y fracasos temporales. En segundo lugar, necesita valor para
resistir, para permanecer, para persistir ante todas las adversidades
hasta que alcance su victoria. Cuando usted desarrolla estas cualidades
gemelas, la capacidad de partir con fe y luego persistir con determinación
frente a todas las dificultades, su éxito está garantizado.
7. Acción continua. El
empresario siempre está probando cosas nuevas y, si no le
funcionan, intentando otras. Resulta que la mayoría de los empresarios
obtuvo su éxito en un área totalmente diferente de la que inicialmente
esperaban. Pero vencieron porque fueron capaces de reaccionar
continuamente y responder constructivamente a los cambios; de ensayar
nuevos métodos; de abandonar las actividades que no funcionaron; de
reponerse después de cada derrota; y de intentarlo una vez más.
Las personas mejor dotadas,
especialmente los empresarios, parecen contar con estas tres cualidades.
Primero, aprenden más cosas. Segundo, intentan más cosas. Tercero,
persisten más que los demás. y la buena noticia es que, debido a la ley de
las probabilidades, si usted aprende más cosas, intenta más cosas y
persiste por más tiempo, incrementará drásticamente sus probabilidades de
alcanzar un gran éxito.
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